Guía definitiva para responder a las preguntas más comunes de las entrevistas de trabajo
¿No sería maravilloso saber exactamente qué preguntas te harán en tu próxima entrevista de trabajo?
Lamentablemente, no podemos leer la mente, pero te daremos lo mejor: una lista de 50 preguntas, las más comunes de las entrevistas, junto con consejos para responderlas todas.
Aunque no recomendamos que tengas una respuesta preparada para cada pregunta de la entrevista (de hecho, por favor, no lo hagas), sí recomendamos que dediques algo de tiempo a sentirte cómoda/o con lo que te pueden preguntar, lo que los jefes de contratación buscan realmente en tus respuestas y lo que hace falta para demostrar que eres la persona adecuada para el trabajo.
Considera esta lista como tu guía de estudio de las preguntas y respuestas de la entrevista laboral.
Preguntas clásicas
Estas preguntas frecuentes se refieren a los aspectos esenciales que los responsables de la contratación quieren saber de cada candidata/o: quién eres, por qué eres adecuada/o para el puesto y en qué eres buena/o. Puede que no te hagan exactamente estas preguntas con las mismas palabras, pero si tienes preparadas las respuestas para ellas, estarás preparada/o para casi todo lo que te plantee el entrevistador.
1. Háblame de ti
Esta pregunta parece sencilla, por eso mucha gente no se prepara para ella, pero es crucial.
El asunto es el siguiente: no debes dar tu historial laboral, o personal, completo. En lugar de ello, presenta un argumento que sea conciso y convincente y que muestre exactamente por qué eres la persona adecuada para el puesto. Para ello, te recomendamos usar la fórmula; presente, pasado y futuro. Es decir, habla un poco de tu puesto actual (incluyendo el alcance y tal vez un gran logro), luego da algunos antecedentes de cómo llegaste allí y la experiencia que tienes que es relevante. Por último, explica por qué quieres,y serías perfecto, para este puesto.
2. ¿Cómo te has enterado de este puesto?
Otra pregunta aparentemente inocente en la entrevista, es en realidad una oportunidad perfecta para destacar y mostrar tu pasión y conexión con la empresa. Por ejemplo, si te enteraste del trabajo a través de un amigo o un contacto profesional, menciona a esa persona y luego explica por qué te entusiasma tanto el trabajo. Si descubriste la empresa a través de un evento o un artículo, compártelo. Incluso si has encontrado el anuncio a través de una bolsa de empleo al azar, explica qué es lo que te llamó la atención del puesto.
3. ¿Por qué quieres trabajar en esta empresa?
Cuidado con las respuestas genéricas. Si lo que dices puede aplicarse a toda una serie de otras empresas, o si tu respuesta te hace sonar como cualquier otra/o candidata/o, estás perdiendo la oportunidad de destacar. Te recomendamos alguna de estas cuatro estrategias:
- Investiga y señala algo que haga única a la empresa y que realmente te atraiga.
- Habla de cómo has visto crecer y cambiar a la empresa desde que oíste hablar de ella por primera vez.
- Céntrate en las oportunidades de crecimiento futuro de la organización y en cómo puedes contribuir a ello.
- Comparte lo que te ha entusiasmado de tus interacciones con los empleados hasta ahora.
Sea cual sea el camino que elijas, asegúrate de ser específica/o. ¿Y si no puedes averiguar por qué quieres trabajar en la empresa con la que te estás entrevistando cuando ya has avanzado en el proceso de contratación? Puede ser una señal de alarma que te indique que ese puesto no es el adecuado.
4. ¿Por qué quieres este trabajo?
Una vez más, las empresas quieren contratar a personas que se apasionen por el trabajo, así que debes tener una buena respuesta sobre por qué quieres el puesto. En primer lugar, identifica un par de factores clave que hacen que el puesto sea ideal para ti (por ejemplo, «me encanta la atención al cliente porque me encanta la interacción humana constante y la satisfacción que se obtiene al ayudar a alguien a resolver un problema»), y luego comparte por qué te gusta la empresa (por ejemplo, «siempre me ha apasionado la educación y creo que estáis haciendo grandes cosas, así que quiero formar parte de ella»).
5. ¿Por qué deberíamos contratarte?
Esta pregunta de la entrevista parece atrevida, por no decir intimidante, pero si te la hacen, estás de suerte: no hay mejor escenario para que te vendas a ti mismo y a tus habilidades al director de contratación. Tu trabajo consiste en elaborar una respuesta que cubra tres aspectos: que no sólo puedes hacer el trabajo, sino también ofrecer grandes resultados; que realmente encajarás en el equipo y en la cultura; y que serás mejor contratado que cualquiera de los otros candidatos.
6. ¿Qué puedes aportar a la empresa?
Cuando los entrevistadores formulan esta pregunta, no sólo quieren conocer tu historial. Quieren ver que entiendes los problemas y retos a los que se enfrentan como empresa o departamento, así como la forma en que te adaptarías en la organización. Lee atentamente la descripción del puesto, investiga sobre la empresa y asegúrate de prestar atención en las primeras entrevistas para entender los problemas que se te contratan para resolver. A continuación, la clave es relacionar tus habilidades y experiencias con lo que necesita la empresa y compartir un ejemplo que demuestre cómo has hecho un trabajo similar o transferible en el pasado.
7. ¿Cuáles son tus mayores fortalezas?
Aquí tienes una oportunidad para hablar de algo que te hace grande y que encaja perfectamente en este puesto. Cuando respondas a esta pregunta, piensa en calidad, no en cantidad. En otras palabras, no repitas una lista de adjetivos. En su lugar, elige una o unas pocas (dependiendo de la pregunta) cualidades específicas que sean relevantes para este puesto e ilústralas con ejemplos. Las historias son siempre más memorables que las generalizaciones. Y si hay algo que esperabas mencionar porque te convierte en un gran candidata/o, pero aún no has tenido la oportunidad, este sería el momento perfecto.
8. ¿Cuáles son tus debilidades?
Lo que el entrevistador pretende realmente con esta pregunta, más allá de identificar cualquier bandera roja importante, es calibrar tu autoconciencia y honestidad. Por lo tanto, deberás encontrar un equilibrio pensando en algo que te cuesta pero que estás trabajando para mejorar. Por ejemplo, puede que nunca se te haya dado bien hablar en público, pero recientemente te has ofrecido a dirigir reuniones para ayudarte a sentirte más cómoda/o cuando te dirijas a una multitud.
Preguntas sobre tu historial laboral
El meollo de cualquier entrevista de trabajo es tu historial laboral, lo que has conseguido, cómo has tenido éxito o has fracasado (y cómo lo has afrontado) y cómo te has comportado en tiempo real en entornos de trabajo reales. Si preparas unas cuantas historias versátiles para contar sobre tu historial laboral y practicas cómo responder a las preguntas de la entrevista sobre el comportamiento, estarás listo para empezar.
9. ¿Cuál es tu mayor logro profesional?
Nada dice mejor «contrátame» que un historial de resultados sorprendentes en trabajos anteriores, así que no seas tímida/o al responder a esta pregunta de la entrevista.
Una buena manera de hacerlo es utilizando el método STAR: situación, tarea, acción, resultados. Plantea la situación y la tarea que debías realizar para proporcionar al entrevistador un contexto de fondo (por ejemplo, «En mi último trabajo como analista junior, mi función era gestionar el proceso de facturación»), y luego describe lo que hiciste (la acción) y lo que conseguiste (el resultado): «En un mes, racionalicé el proceso, lo que ahorró a mi grupo 10 horas-persona al mes y redujo los errores en las facturas en un 25%».
10. Háblame de un reto o conflicto al que te hayas enfrentado en el trabajo y de cómo lo resolviste
Es probable que no te apetezca hablar de los conflictos que has tenido en el trabajo durante una entrevista de trabajo. Pero si te preguntan directamente, no finjas que nunca has tenido ninguno. Sé sincera/o sobre una situación difícil a la que te hayas enfrentado (pero sin entrar en el tipo de detalles que compartirías desahogándote con un amigo).
Con esta pregunta se busca saber si estas dispuesta/o a afrontar los problemas e intentar buscar una solución.
Mantén la calma y la profesionalidad cuando cuentes la historia, dedica más tiempo a hablar de la resolución que del conflicto y menciona lo que harías de forma diferente la próxima vez para demostrar que estás abierta/o a aprender de las experiencias difíciles.
11. Cuéntame alguna vez que hayas demostrado tu capacidad de liderazgo
No hace falta tener un título para actuar líder o mostrar habilidades de liderato. Piensa en una ocasión en la que hayas dirigido un proyecto, hayas tomado la iniciativa de proponer un proceso alternativo o hayas ayudado a motivar a tu equipo para conseguir algo. A continuación, utiliza el método STAR para contar una historia a tu entrevistador/a, dando suficientes detalles para pintar un cuadro (pero no tanto como para empezar a divagar) y asegurándote de explicar el resultado. En otras palabras, ten claro por qué estás contando esta historia en particular y conecta todos los puntos para el entrevistador/a.
12. ¿En qué momento estuviste en desacuerdo con una decisión tomada en el trabajo?
La anécdota ideal en este caso es aquella en la que manejaste un desacuerdo de forma profesional y aprendiste algo de la experiencia. Al hacerlo, presta especial atención al inicio y al final de la respuesta. Para empezar, haz una breve declaración que enmarque el resto de tu respuesta, una que haga referencia al resultado final o a la razón por la que estás contando esta historia. Habla brevemente de cómo lo que has aprendido o adquirido de esta experiencia te ayudaría en el puesto para el que te están entrevistando.
13. Cuéntame alguna vez que cometiste un error
Es probable que no te apetezca mucho hablar de los errores del pasado cuando intentas impresionar a un entrevistador/a y conseguir un trabajo. Pero hablar de un error y ganarse a alguien no son mutuamente excluyentes, incluso, si lo haces bien, puede ayudarte. La clave es ser honesto sin culpar a otras personas, y luego explicar lo que aprendiste de tu error y las medidas que tomaste para asegurarte de que no volviera a ocurrir. Al fin y al cabo, los empleadores buscan personas que sean conscientes de sí mismas, que sepan aceptar los comentarios y que se preocupen por mejorar.
14. Cuéntame alguna vez que hayas fracasado
Esta pregunta es muy parecida a la de cometer un error, y debes enfocar tu respuesta de forma muy parecida. Asegúrate de elegir un fracaso real y verdadero del que puedas hablar con sinceridad. Empieza por dejar claro al entrevistador/a cómo defines el fracaso. Por ejemplo: «Como directivo, considero un fracaso cada vez que me pillan por sorpresa. Me esfuerzo por saber qué pasa con mi equipo y su trabajo». A continuación, sitúa tu historia en relación con esa definición y explica lo que ha ocurrido. Para terminar, recuerda compartir lo que has aprendido. No pasa nada por fracasar, todo el mundo lo hace a veces, pero es importante demostrar que has sacado algo de la experiencia.
15. ¿Por qué dejas tu trabajo actual?
Esta pregunta es difícil, pero seguro te la harán. No ganas nada con ser negativa/o sobre tu actual empleador. En lugar de ello, enmarca las cosas de forma que muestre que estás deseando aceptar nuevas oportunidades y que el puesto para el que te estás entrevistando se adapta mejor a ti.
16. ¿Por qué te han despedido?
Si has perdido tu trabajo por despido, puedes decir simplemente: «La empresa (se ha reorganizado/fusionado/ha sido adquirida) y desgraciadamente mi (puesto/departamento) ha sido eliminado».
Pero, ¿y si te despidieron por motivos de rendimiento? Lo mejor es ser sincera/o, no tiene por qué ser un motivo de ruptura. Plantéalo como una experiencia de aprendizaje. Menciona de qué manera has crecido, cómo enfocas ahora tu trabajo y tu vida como resultado. Y si puedes presentar tu crecimiento como una ventaja para este próximo trabajo, aún mejor.
17. ¿Por qué hubo un intervalo en la vida laboral?
Tal vez hayas tenido que cuidar de tus hijos o de tus padres, o hayas tenido que lidiar con problemas de salud o viajar por el mundo. Tal vez hayas tardado mucho tiempo en encontrar el trabajo adecuado. Sea cual sea la razón, debes estar preparada/o para hablar de la brecha (o brechas) en tu currículum. Practica tu respuesta en voz alta. La clave es ser honesta/o, aunque eso no significa que tengas que compartir más detalles de los que te sientas cómoda/o. Si hay habilidades o cualidades que hayas perfeccionado o adquirido durante el tiempo que pasaste fuera de la vida laboral, ya sea a través del trabajo voluntario, la gestión de un hogar o la respuesta a una crisis personal, también puedes hablar de cómo te ayudarían a destacar en este puesto.
18. ¿Puedes explicar por qué has cambiado de rumbo profesional?
No te dejes desconcertar por esta pregunta: respira hondo y explica al responsable de la contratación por qué has tomado las decisiones profesionales que has tomado. Y, lo que es más importante, da algunos ejemplos de cómo tu experiencia pasada es transferible al nuevo puesto. No tiene por qué ser una conexión directa; de hecho, suele ser más impresionante cuando una candidata/o puede demostrar que una experiencia aparentemente irrelevante es muy relevante para el puesto.
19. ¿Cuál es tu salario actual?
Puede ser estresante escuchar esta pregunta. No te asustes: hay varias estrategias posibles a las que puedes recurrir. Por ejemplo, puedes desviar la pregunta, con una respuesta como: “Antes de hablar del salario, me gustaría saber más sobre lo que implica este puesto. He investigado mucho sobre (dí el nombre de la empresa) y estoy segura/o de que, si es el puesto adecuado, podremos acordar una cifra que sea justa y competitiva para ambas partes”. También puedes reformular la pregunta en torno a tus expectativas o requisitos salariales (lee la pregunta 38) u optar por compartir la cifra si crees que te favorecerá.
20. ¿Qué es lo que menos le gusta de tu trabajo?
Ten cuidado con esto. Lo último que quieres hacer es que tu respuesta se convierta en una perorata sobre lo terrible que es tu empresa actual o lo mucho que odias a tu jefe o a ese compañero de trabajo. La forma más fácil de responder a esta pregunta con aplomo es centrarse en una oportunidad que el puesto para el que te estás entrevistando ofrece y que tu trabajo actual no ofrece. Mantén una conversación positiva y enfatiza sobre por qué estás tan entusiasmada/o con el trabajo.
Preguntas sobre ti y tus objetivos
Conocer a la candidata/o es crucial en las entrevistas. Por eso es probable que te pregunten cómo trabajas, qué buscas (en un trabajo, un equipo, una empresa y un jefe) y cuáles son tus objetivos. Es una buena señal si tus entrevistadores quieren asegurarse de que encajarás bien, o te incorporarás, al equipo. Aprovecha la oportunidad.
21. ¿Qué buscas en un nuevo puesto de empleo?
Lo ideal es que sea lo mismo que ofrece el puesto para el que te están entrevistando. Es conveniente que seas específica/o.
22. ¿Qué tipo de entorno laboral prefieres?
Al igual que la pregunta anterior, sería conveniente que sea un entorno similar a la empresa a la que te presentas.
23. ¿Cuál es tu estilo de trabajo?
Cuando un entrevistador/a te pregunta por tu estilo de trabajo, probablemente esté tratando de imaginarte en el puesto. ¿Cómo enfocarías tu trabajo? ¿Cómo será trabajar contigo? ¿Encajarías bien con el equipo existente?
Puedes ayudarles si eliges centrarte en algo que sea importante para ti y que esté en consonancia con todo lo que has aprendido hasta ahora sobre el puesto, el equipo y la empresa. La pregunta es amplia, lo que significa que tienes mucha flexibilidad a la hora de responder: Podrías hablar sobre cómo te comunicas y colaboras en proyectos multifuncionales, qué tipo de configuración de trabajo a distancia te permite ser más productivo o cómo enfocas la dirección de un equipo y la gestión de subordinados directos. Intenta ser positiva/o. Y recuerda que contar una historia casi siempre hará que tu respuesta sea más memorable.
24. ¿Cuál es tu estilo de liderazgo?
Las mejores directivas/os son fuertes pero flexibles, y eso es exactamente lo que quieres mostrar en tu respuesta.
25. ¿Cómo te describirían tu jefa/e y tus compañeros de trabajo?
En primer lugar, sé sincera/o (recuerda que, si llegas a la ronda final, el director de contratación probablemente llamará a tus antiguos jefes y compañeros de trabajo para pedirles referencias). A continuación, intenta destacar los puntos fuertes y los rasgos que no hayas comentado en otros aspectos de la entrevista, como tu fuerte ética de trabajo o tu disposición a colaborar en otros proyectos cuando sea necesario.
26. ¿Cómo manejas la presión o las situaciones estresantes?
Esta es otra pregunta que quizá sientas la necesidad de esquivar en un esfuerzo por demostrar que eres la candidata/o perfecto que puede manejar cualquier cosa. Pero es importante que no descartes esta pregunta (es decir, no digas: «simplemente agacho la cabeza y lo supero» o «no me estreso»). En su lugar, habla de tus estrategias para lidiar con el estrés, ya sea meditando 10 minutos cada día o asegurándote de salir a correr o llevando una lista de tareas super detallada, y de cómo te comunicas y tratas de mitigar la presión de forma proactiva. Si puedes dar un ejemplo real de una situación estresante que hayas superado con éxito, mucho mejor.
27. ¿Qué te gusta hacer fuera del trabajo?
A veces, realizan esta pregunta para conocerte un poco mejor, para saber qué te apasiona y a qué dedicas tu tiempo en tus horas libres. Es otra oportunidad para dejar que tu personalidad brille. Sé sincera/o, siempre manteniendo la profesionalidad y ten cuidado con las respuestas que puedan hacer pensar que vas a dedicar todo tu tiempo a algo distinto del trabajo que solicitas.
28. ¿Piensas tener hijos?
Las preguntas sobre la situación familiar, el género, la nacionalidad, la religión o la edad son ilegales, pero siguen haciéndose y con mucha frecuencia. Por supuesto, no siempre con mala intención, el entrevistador puede estar tratando de entablar una conversación y no darse cuenta de que no debería preguntar sobre ello. Pero sin duda debes relacionar cualquier pregunta sobre tu vida personal (o cualquier otra cosa que consideres inapropiada) con el trabajo en cuestión. Para esta pregunta, puedes responder: «Aún no he llegado a ese punto. Pero estoy muy interesada/o en las trayectorias profesionales de su empresa. ¿Puede contarme más sobre eso?».
29. ¿Cómo priorizas tu trabajo?
Los entrevistadores quieren saber si eres capaz de gestionar tu tiempo, ejercer tu criterio, comunicarte y cambiar de marcha cuando sea necesario. Empieza hablando de cualquier sistema que te haya funcionado para planificar tu día o tu semana, ya sea una aplicación de listas de tareas que te sirva o una hoja de cálculo con código de colores. En este caso, sin duda querrás apoyarte en un ejemplo de la vida real. Así que describe cómo has reaccionado en el pasado ante una petición de última hora u otro cambio inesperado de prioridades, incorporando cómo evaluaste y decidiste qué hacer y cómo te comunicaste con tu jefa/e y/o compañeros de equipo al respecto.
30. ¿Qué te apasiona?
o eres un robot programado para hacer tu trabajo y luego apagarse. Eres un ser humano, y si alguien te hace esta pregunta en una entrevista, probablemente sea porque quiere conocerte mejor. La respuesta puede estar en consonancia con el tipo de trabajo que harías en ese puesto; por ejemplo, si solicitas ser diseñador gráfico y pasas todo tu tiempo libre creando ilustraciones y visualizaciones de datos para publicarlas en Instagram.
Pero no tengas miedo de hablar de una afición diferente a tu trabajo diario. Puntos extra si puedes ir un paso más allá y conectar cómo tu pasión te convertiría en un excelente candidato para el empleo que estás solicitando. Por ejemplo, si eres un desarrollador de software al que le gusta hornear, podrías hablar de cómo la capacidad de ser creativo y preciso a la vez influye en tu enfoque del código.
31. ¿Qué te motiva?
El entrevistador quiere asegurarse de que estás entusiasmada/o con este puesto en esta empresa, y de que estarás motivada/o para tener éxito si te eligen. Así que piensa en lo que te ha entusiasmado en puestos anteriores y señala lo que hizo que tus ojos se iluminaran cuando leíste la descripción del puesto. Escoge una cosa, asegúrate de que es relevante para el puesto y la empresa para la que te estás entrevistando, y trata de incluir una historia que te ayude a ilustrar tu punto de vista. Si eres sincera/o, como debe ser, tu entusiasmo será palpable.
32. ¿Cuáles son tus puntos débiles?
Esta es otra pregunta que parece un campo de minas. Pero será más fácil de manejar si sabes por qué te lo pregunta el entrevistador. Lo más probable es que quieran asegurarse de que vas a prosperar en su empresa, y que quieran saber cómo te enfrentas a los conflictos. Por lo tanto, asegúrate de elegir algo que no contradiga la cultura y el entorno de esta organización, sin dejar de ser honesta/o. A continuación, explica por qué y qué has hecho para solucionarlo en el pasado, haciendo todo lo posible por mantener la calma y la compostura. Como no hay necesidad de insistir en algo que te molesta, puedes mantener esta respuesta corta y dulce.
33. ¿Cómo te gusta que te dirijan?
Esta pregunta también tiene que ver con la búsqueda del equilibrio, tanto desde la perspectiva de la empresa como de la tuya propia. Piensa en lo que te funcionó bien en el pasado y en lo que no. ¿Qué hicieron los jefes anteriores que te motivaron y te ayudaron a tener éxito y a crecer? Escoge una o dos cosas en las que centrarte y exprésalas siempre con un marco positivo (incluso si tu preferencia proviene de una experiencia en la que tu jefe se comportó de forma opuesta, exprésalo como lo que te gustaría que hiciera un jefe). Si puedes dar un ejemplo positivo de un gran jefe, tu respuesta será aún más contundente.
34. ¿Te consideras exitosa/o?
Esta pregunta puede incomodarte, pero piensa que puede ser una oportunidad para que el entrevistador te conozca mejor y para posicionarte como una excelente opción para este trabajo. En primer lugar, asegúrate de decir que sí. A continuación, elige un logro profesional específico del que te sientas orgullosa/o y que pueda relacionarse con el puesto para el que te están entrevistando, que demuestre una cualidad, habilidad o experiencia que te ayude a destacar en este puesto. Deberás explicar por qué lo consideras un éxito, hablar del proceso además del resultado y destacar tu propio logro sin olvidar a tu equipo. Recuerda, centrarte en una historia te ayudará si te sientes incómodo tocando tu propia bocina.
35. ¿Dónde te ves dentro de cinco años?
Si te hacen esta pregunta, sé sincera/o y específica/o sobre tus objetivos futuros, sin perder de vista que el responsable de la contratación quiere saber:
– si has establecido unas expectativas realistas para tu carrera
– si tienes ambición (es decir, que esta entrevista no es la primera vez que te planteas la pregunta)
– si el puesto está en consonancia con tus objetivos y tu crecimiento.
Lo mejor es que pienses de forma realista en lo que podría llevarte este puesto y respondas en esa línea. ¿Y si el puesto no es necesariamente un billete de ida hacia tus aspiraciones? No pasa nada si dices que no estás muy segura/o de lo que te depara el futuro, pero que crees que esta experiencia desempeñará un papel importante para ayudarte a tomar esa decisión.
36. ¿Cómo piensas alcanzar tus objetivos profesionales?
Tener objetivos demuestra a los entrevistadores que te importa, que eres ambiciosa/o y que puedes pensar en el futuro. Tener un plan para alcanzar tus objetivos demuestra tu automotivación y tu capacidad de organización y gestión del tiempo. Por último, el hecho de que hayas logrado los objetivos que te has marcado en el pasado es una prueba de tu capacidad para seguir adelante. En conjunto, son indicios de que no sólo puedes establecer y alcanzar tus propios objetivos, sino también ayudar a tu futuro jefe, a tu equipo y a tu empresa a hacer lo mismo.
Para elaborar tu respuesta, asegúrate de centrarte en uno o dos objetivos en detalle, explicar por qué son significativos, comunicar los hitos que se avecinan, destacar los éxitos anteriores y relacionarlos con este trabajo.
37. ¿Cuál es el trabajo de tus sueños?
En la misma línea de la pregunta anterior, el entrevistador quiere descubrir si este puesto está realmente en línea con tus objetivos profesionales finales. Comenta sobre cuáles son tus objetivos y ambiciones y de por qué este trabajo te acercará a ellos.
38. ¿Con qué otras empresas te estás entrevistando?
Pueden realizar esta pregunta por varias razones. Tal vez quieran ver si te tomas en serio este puesto y el equipo (o incluso este campo) o están intentando averiguar con quién compiten para contratarte. Por un lado, quieres expresar tu entusiasmo por este trabajo, pero al mismo tiempo no quieres dar a la empresa más ventaja de la que ya tiene diciéndole que no hay nadie más en la carrera. Dependiendo de la fase de búsqueda en la que te encuentres, puedes hablar de haber solicitado o entrevistado para algunos puestos que tengan alguna cosa en común, y luego mencionar cómo y por qué este puesto parece encajar particularmente bien.
39. ¿Qué te hace única/o?
Quieren saber realmente por qué deben contratarte. Dales una razón para que te elijan a ti y no a otros candidatos similares. La clave es que tu respuesta sea relevante para el puesto al que te presentas. Así, el hecho de que puedas correr una milla en seis minutos o de que te hayas quedado sin palabras en un concurso de preguntas y respuestas puede que no te ayude a conseguir el trabajo. Aprovecha esta oportunidad para decirles algo que te dé una ventaja sobre tu competencia para este puesto. Para saber de qué se trata, puedes preguntar a antiguos colegas, pensar en los patrones que has visto en los comentarios que recibes o tratar de destilar por qué la gente tiende a recurrir a ti. Céntrate en una o dos cosas y no olvides respaldar lo que digas con pruebas.
40. ¿Qué debería saber que no está en tu currículum?
Es una buena señal que un reclutador se interese por algo más que lo que figura en tu currículum. Probablemente signifique que ha mirado tu currículum, que cree que puedes ser buen candidata/o para el puesto y que quiere saber más sobre ti. Para que esta pregunta tan abierta sea un poco más manejable, intenta hablar de un rasgo positivo, una historia o un detalle que revele un poco más sobre ti y tu experiencia, o una misión o un objetivo que te entusiasme de este puesto o empresa.
Preguntas sobre el trabajo
A fin de cuentas, las personas que se encuentran al otro lado del proceso de contratación quieren asegurarse de que puedes asumir ese puesto. Eso significa que pueden hacerte preguntas logísticas para asegurarse de que el calendario y otros factores están alineados, y pueden hacerte imaginar lo que harías después de empezar.
41. ¿Cómo serían tus primeros 30, 60 o 90 días en este puesto?
Tu futuro jefe potencial, o quien te haya hecho esta pregunta, quiere saber que has investigado, que has pensado en cómo empezarías y que serías capaz de tomar la iniciativa si te contratan. Así que piensa en qué información y aspectos de la empresa y el equipo necesitarías familiarizarte y con qué colegas te gustaría sentarte a hablar. También puedes sugerir un posible proyecto inicial para demostrar que estás dispuesta/o a ponerte manos a la obra y contribuir desde el principio. Esto no será necesariamente lo primero que hagas si consigues el trabajo, pero una buena respuesta demuestra que eres reflexiva/o y que te interesa.
42. ¿Cuáles son tus expectativas salariales?
La regla número uno para responder a esta pregunta es, averigua tus requisitos salariales con antelación. Investiga lo que se paga en puestos similares. Asegúrate también de tener en cuenta tu experiencia, educación, habilidades y necesidades personales. A partir de ahí, te recomendamos elegir una de las tres estrategias siguientes:
- Dar un rango salarial: manteniendo la parte inferior de tu rango declarado hacia el punto medio o alto de lo que realmente esperas.
- Invierte la pregunta: prueba con algo como «Esa es una gran pregunta, sería útil si pudiera compartir cuál es el rango para este cargo».
- Retrasa la respuesta: dile a tu entrevistador/a que te gustaría saber más sobre el puesto o el resto del paquete de remuneración antes de hablar de la paga.
43. ¿Qué piensas que podríamos hacer mejor o de una manera diferente?
Esta pregunta puede ser muy molesta. ¿Cómo puedes dar una respuesta contundente sin insultar a la empresa o, peor aún, a tu interlocutor/a?
En primer lugar, respira profundamente. A continuación, empieza tu respuesta con algo positivo sobre la empresa o el producto específico que te han pedido que comentes. Cuando estés preparada/o para dar tu opinión constructiva, pon en antecedentes la perspectiva que aportas y explica por qué harías el cambio que sugieres (idealmente basado en alguna experiencia pasada u otras pruebas). Y si terminas con una pregunta, puedes demostrar que sientes curiosidad por la empresa o el producto y que estás abierta/o a otros puntos de vista.
44. ¿Cuándo puedes comenzar?
Tu objetivo debe ser establecer unas expectativas realistas que funcionen tanto para ti como para la empresa. Lo que se entienda como tal dependerá de tu situación específica. Si estás preparada/o para empezar inmediatamente, puedes ofrecerte a empezar en una semana. Pero si necesitas avisar a tu actual empleador, no tengas miedo de decirlo; la gente entenderá y respetará que planees terminar bien las cosas. También es legítimo querer tomarse un descanso entre un trabajo y otro, aunque puedes decir que tienes «compromisos previamente programados que atender» e intentar ser flexible si realmente necesitan que alguien empiece un poco antes.
45. ¿Estás dispuesta/o a mudarte?
Aunque pueda parecer una simple pregunta de sí o no, a menudo es un poco más complicada que eso. La situación más sencilla es aquella en la que estás totalmente abierta/o a mudarte y estarías dispuesta/o a hacerlo por esta oportunidad. Pero si la respuesta es no, o al menos no en este momento, puedes reiterar tu entusiasmo por el puesto, explicar brevemente por qué no puedes mudarte en este momento y ofrecer una alternativa, como trabajar a distancia o en una oficina local. A veces no está tan claro, y no pasa nada. Puedes decir que prefieres quedarte aquí por determinadas razones, pero que estarías dispuesta/o a considerar la posibilidad de trasladarte por la oportunidad adecuada.
Preguntas que te ponen a prueba
Dependiendo del estilo del entrevistador y de la empresa, puede que te hagan preguntas bastante extravagantes. Suelen poner a prueba tu capacidad de pensar en el momento. No te asustes. Tómate un momento para pensar y recuerda que no hay una única respuesta o enfoque correcto.
46. ¿Cuántas pelotas de tenis caben en una limusina?
¿En serio? Bueno, en serio, es posible que te hagan preguntas de este tipo, sobre todo en trabajos cuantitativos. Pero recuerda que el entrevistador no quiere necesariamente un número exacto: quiere asegurarse de que entiendes lo que se te pide y de que puedes poner en marcha una forma sistemática y lógica de responder. Así que respira hondo y empieza a hacer cuentas, y no pasa nada si pides papel y lápiz.
47. Si fueras un animal, ¿cuál te gustaría ser?
Este tipo de preguntas aparentemente aleatorias sobre la personalidad se plantean en las entrevistas porque los responsables de la contratación quieren ver si eres capaz de pensar con claridad. No hay una respuesta incorrecta, pero ganarás inmediatamente puntos extra si tu respuesta te ayuda a compartir tus puntos fuertes o tu personalidad o a conectar con el jefe de contratación. Consejo profesional: inventa una táctica para ganar tiempo para pensar, por ejemplo, diciendo: «Esa es una gran pregunta. Creo que tendría que decir…»
48. Véndeme este bolígrafo
Si estás en una entrevista de trabajo de ventas, es posible que tu entrevistador te ponga a prueba para que le vendas un bolígrafo que está sobre la mesa, o un bloc de notas, o una botella de agua, o simplemente algo. Quieren evaluar cómo manejas una situación de alta presión. Así que intenta mantener la calma y la confianza y utiliza tu lenguaje corporal, haciendo contacto visual, sentándote erguida/o, etc., para transmitir que puedes manejar la situación. Asegúrate de escuchar, de entender las necesidades de tu «cliente», de ser específica/o sobre las características y beneficios del artículo y de terminar con fuerza, como si realmente estuvieras cerrando un trato.
Preguntas finales
Cuando llegue el momento de finalizar la entrevista, es posible que tengas la oportunidad de añadir tus últimas reflexiones y es casi seguro que tendrás tiempo para hacer las preguntas que te ayudarán a decidir si esta empresa y este puesto pueden ser ideales para ti. De hecho, si no te dejan tiempo para hacer ninguna pregunta en ninguna de las entrevistas, eso podría ser una señal de alarma en sí misma.
49. ¿Hay algo más que quieras que sepamos?
Justo cuando pensabas que habías terminado, tu entrevistador te hace esta pregunta abierta. No te asustes, no es una pregunta trampa. Puedes aprovechar esta oportunidad para cerrar la reunión con una nota alta de dos maneras. En primer lugar, si hay algo realmente relevante que no has tenido oportunidad de mencionar, hazlo ahora. De lo contrario, puedes resumir brevemente tus cualificaciones.
50. ¿Tienes alguna pregunta para nosotros?
Una entrevista no es sólo una oportunidad para que el director de contratación te interrogue, es también una oportunidad para averiguar si un puesto de trabajo es el adecuado desde tu punto de vista. ¿Qué quieres saber sobre el puesto? ¿La empresa? ¿El departamento? ¿El equipo? En la entrevista real se tratará mucho de esto, así que ten preparadas algunas preguntas menos comunes. Puedes realizar algunas preguntas dirigidas al entrevistador, ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar aquí?, o al crecimiento de la empresa, ¿Qué puede decirme sobre sus nuevos productos o planes de crecimiento?, etc.